EL BARREDOR

sábado, 27 de febrero de 2010 en 20:00:00

Ahí viene al barredor de los otoños
saldando la cuenta de estos días inquietos.
El calor se va escurriendo líquido y febril
y a un lado de tu cuerpo se posarán las hojas.

El barredor se ocupa de limpiar las calles
donde no queda nadie cuando pasas,
limpia en tus ojos la escarcha del verano,
te sigue cual si fueras un canto de hojarasca.

El barredor travieso se ha prendado de una ola,
y la pone a tus pies, la moja de tus dedos,
sube a la nube y te regala una danza
de pájaros silvestres, de abrazos y de alas.

El barredor no oculta su tibia tempestad,
su cálida caricia devela la blancura
salada de tu cuello, que mueve a tu cabeza
en dirección al sueño, al mar, hacia el invierno.

El barredor persigue, se arrastra, se enloquece,
el barredor declara las mareas en tu oído,
el barredor es sólo un mensaje de la arena,
el barredor es eso… tu carne… es el viento.

EL ES UN HOMBRE COMÚN

viernes, 26 de febrero de 2010 en 20:00:00

Él es un hombre común,
comúnmente común como un sorbo de agua,
como una memoria que es mujer por defecto,
como el grito del sol cuando amanece.
Es un hombre que se detiene sorprendido
ante el canto ordinario de las aves,
ante la diana del reloj que lo devuelve
y él, entonces, besa la ventana con los ojos
y la noche hace silencio para siempre.
Es un individuo simple que pretende
tercamente algunos sueños
aún sabiendo que no es cierta esa palabra,
que jamás serán salvados de su silla
esos pobres prisioneros del deseo.
Él es un hombre que ama a su mujer
y también a la del prójimo,
y ama al prójimo calzando sus zapatos
aunque el prójimo no alcance a comprender.
Él un día sorprendió a la madrugada
rugiendo, peligrosamente cierta,
y aprendió a sostenerla con sus manos
aliviándose con sombras los segundos.
Es un tipo en busca de una muerte segura,
de esas muertes que se mueren a salvo de la esperanza,
sin azares, degustando la luz del día,
lengua atada al sabor de la inocencia
gastada por exceso de uso.
Él es un hombre frágilmente feliz.

LA DUDA

jueves, 25 de febrero de 2010 en 20:00:00

¿Cómo sé si es éste el sitio exacto?
Un milímetro después había otros caminos,
otro tiempo que cumplir, otra alborada.

Se trataba, pues, de andar, eso lo supe,
y anduve y elegí vacío mi equipaje
sin otra pieza que el sendero mismo.

Se llega, se fundan preciadas capitales,
se izan banderas y se les pone precio,
quizá nunca se vendan, pero igual cuestan.

Tengo una divisa para el punto más lejano:
todo puede ser, al fin, muy poco
por eso no termino, no encontraré el final.

Sígueme si quieres, es posible que hablemos,
es posible que la muerte me sorprenda
en el lecho equivocado y tú conmigo,

muerto de mi muerte, pero igualmente muerto.
No es miedo lo que siento, es la duda, corazón:
de haber llegado a tiempo.

EXISTES DEMASIADO

miércoles, 24 de febrero de 2010 en 20:00:00

Existes demasiado
y en eso he tenido que ver.

De andar con los días a cuestas
se me han juntado las tardes,
las noches han envejecido,
la almohada te aleja, te aleja…
y allá sólo los sueños tienen piel.

Quizá no supe buscarte,
quizá te extravié en mi propia sangre;
hay excusas en las espaldas
y en las manos y en los pies.

Llegaremos, sin embargo, lejos;
mas no dejaremos señales,
nadie nos encontrará después.

Existes demasiado,
pero algo ha faltado al tiempo nuestro
que dormita en los rincones del alba
apático, cansado, detenido,
pospuesto para una lágrima.

HOY LEÍA UN POEMA

martes, 23 de febrero de 2010 en 20:00:00

Hoy leía un poema
y en sus versos me intrinqué:
adelante, un verbo ,
un absurdo atrás,
más abajo, una estrofa...
bajé, subí su escalera
persiguiendo,
lamiendo su locura...
me caí de un símil,
y fui a dar hasta una coma...
metafórica sonrisa
puso en mis labios
su asonancia...
analógicas vilezas
salpicaron mi frente.
Mi esperanza fueron, finalmente,
unos puntos suspensivos
y al llegar allí... una pared.

ENDEMONIADA OBSESIÓN

lunes, 22 de febrero de 2010 en 20:00:00

Endemoniada obsesión la de mis ojos
hurgando entre las cuatro paredes
que indican la falta del mundo.

¡Qué incansables pueden ser los vicios,
los indicios, las aceras!

¡Qué imperturbables pueden ser
las estaciones de trenes
y qué inconformes los viajeros
al poner los pies en tierra!

Esquizofrenia de gestos bajo la piel,
lágrimas de humo,
después cenizas;
no importa el fin,
sólo los medios…

Del camino narraré mis pasos,
cada uno fue un destino,
una llegada,
una aproximación
y al final hallé mi aldea
cuando cerré los ojos.

TODO EL VIENTO

domingo, 21 de febrero de 2010 en 20:00:00

Mirando el modo tenaz con que cae la tarde
me inclino sobre su aire y lo bebo sabiamente,
necesariamente, desprovisto de pulmones:

cae la tarde y se acomoda en mi olfato.

Olores de tiempos, de distancias, de trayectos
se quedan existiendo al final del día
como aromática lluvia de fuegos peregrinos

Bebo del aire y su alimento me abruma,
me sienta en su montículo de azoro transparente
y me divierte el frío vulgar en mi nariz.

Mas no se apure el cielo ni pierda fe la tarde,
yo sólo soy ahora un hombre solitario
con ganas de mirarse en espejos rotos,
con ganas de atraparse sabiendo que un buen día
todo el viento respirado estallará.

ESTARÁS NACIENDO

sábado, 20 de febrero de 2010 en 20:00:00

Estarás naciendo y será temprano,
será la hora mínima donde se quiebran
las sombras y aparece la luz,
y serás un milagro y serás tú
desde el vientre mismo del otoño.

¿Cuántas cosas quedarán sin sentido
en esta viña que no es de nadie, sino mía,
cuando tu cabeza coincida en mi mano?

Será, entonces, tu tiempo,
tu borrasca de nubes y de alisios,
tu sonido de ave y mediodía,
tu apariencia desnuda donde siempre.

Esperaré, con prisa, esperaré
a que redoblen sus sones las hojas caídas,
a que vuelvan las cenizas a su árbol,
a que nazcas, por fin, amanecida.

ALLÍ EN LA RAMA

viernes, 19 de febrero de 2010 en 20:00:00

Allí en la rama,
la más alta del encino,
despreciando del suelo la arrogancia
y desconociendo al cielo,

sujeto al verdor como a la vida,
leve, quieto, vagabundo,
rítmico, salvaje, displicente,
fúlgido, nervioso, indiferente,

ajeno unos instantes
a las huestes del aire…

allí en la rama
hay un pájaro sin tiempo.

ES ESTA NECESIDAD

jueves, 18 de febrero de 2010 en 20:00:00

Es esta necesidad que siempre llega
de las crepitantes multitudes de mis páramos
ocultos a las cortas miradas que no me saben,
pero que aguardan inquietas una grieta.

Es este elocuente llamado de mis coloridas sombras
el que sentencia las horas del reloj vitalicio
y dice lo que me falta para estar vivo,
minúsculas partículas que obvian a mi hombre.

En un festín donde cantan las sirenas
y escuchan mis huesos los sones de la orquesta.

Es este morir imposible de mis tinieblas
el que surca el torbellino ingrávido en mi estancia:
tinieblas serán para quien no posee,
para quien no cesa de escarbar en mis entrañas
en busca de mi viejo nombre.

Es esta latente tempestad que me recorre
como un río de vientos implacables
la que me tiene al borde de lo oscuro,
del lado de la luz, alerta de piel
ante el ojo del cíclope que espera,
con su párpado inmóvil,
ver caer mis jardines en su hoguera.

¿QUÉ QUERÍAS?

miércoles, 17 de febrero de 2010 en 20:00:00

¿Qué querías?,
¿Con qué nombre me llamabas?

Ese estaba bien, lo aceptaría
si no fuera por la cercanía del domingo
con todas sus ventanas abiertas
y los parques repletos de niños felices.

¿Qué querías?
¿Dónde pondrías mi estrecha muerte?

Allí estaría bien, me moriría
si no fuera porque la eternidad aún no empieza
en esta calle, es domingo
y, desde ayer, no te esperaba.

NO ES POSIBLE

martes, 16 de febrero de 2010 en 20:00:00

No es posible recordar aquel precipicio
sin colgar de tus ojos el recuerdo,
sin levantar la mirada a aquella altura
donde a dormir te quedaste ya sin miedo.

Es benéfico decir que fuiste la intemperie
con que se coronaron los rojos veranos
que me llegaban con la violencia del fuego:
allí empezaban tus rodillas, allí te descubriste.

Ahora mira el mar y dime, entonces,
¿por qué se arrepintieron las auroras?
¿qué brújula ahuyentó a las golondrinas?

¿Por qué quedaron cerrados tus caminos
al breve porvenir de tu cintura?
No es posible recordar si ya no existes.

MIS ALREDEDORES

lunes, 15 de febrero de 2010 en 19:59:00

Mis alrededores son complejos,
objetos, miserables unos, generosos otros,
están ahí sobreviviéndome,
velando, sirviendo, ajustando el paisaje.
Yo ya he muerto por algunos,
otros vinieron en manos como éstas,
sudando sus maderas, sus metales fríos,
sus plásticos… sin almas.
Mis alrededores no son como los de un árbol,
ellos crecen sin elegir mundo,
yo sí elijo, escojo mi tierra… mi raíz…
mi tronco nace y se enreda en mi atmósfera
y luego… la apariencia: el mejor refugio.
En mis alrededores habita un arácnido,
un viejo tejedor de causas de vida y muerte,
tela devoradora, ni herbívora ni carnívora…
depredadora sin más, garganta simple…
y aquí estoy, reo y verdugo,
dueño de mi carne disuelta
en la herrumbre que me adjudica,
me nombra, me abraza, me aniquila
mientras yo decido, repito, regreso,
sueño alas, me salvo de mi ombligo
y después, casi siempre después,
la duda interminable:
¿cómo llegué aquí?

RESIGNACIÓN

domingo, 14 de febrero de 2010 en 20:00:00

Hoy me asolaron las puertas intrigantes del deseo
abiertas como rosas a la luz de mi velada,
y me detuve al pie de una duda sigilosa
pensando en ti, pensando la ventana, pensando el tiempo.

Anduve como un poeta develando la cadencia;
palabras, palabras tengo para echarlas a volar
sobre tu cielo clareado por las espumas del mar
que espera cual testigo en el cristal de tu ausencia .

Busco decir tu nombre, pero hoy no lo recuerdo,
sólo tengo un aliento errante para poderte nombrar;
no contestas mi llamado ni a mirar te asomas
las noches que me gastado en el acto de morir.

Tu existencia es una suerte de silencio nocturnal
una excusa del sendero, una estela en la ciudad
donde rumbos sediciosos confabulan el destino
de unos vientos que no llegan y que ya no llegarán.

BÚSQUEDA

sábado, 13 de febrero de 2010 en 14:22:00

Entre la maleza de este mundo indócil,
bajo la tierra desdeñante y fría,
dentro del bosque colosal y vivo,
en los espacios del azul celeste,
en la montaña de ojos poderosos,
bajo los mares de secretos valles,
allá en la roca mineral y ardiente,
sobre la roma y apretada niebla,
justo en la risa de viriles labios,
en la mirada de la vaga lágrima,
en el candor de la niñez resuelta,
en la ilusión de compendiados sueños,
en el latido de mujer amada,
junto a la bestia de afiladas sombras,
en la corona de la insulsa muerte…
Pesquisa inútil, amordazada:
todo ya estaba detrás de mi frente.

ESTE HOMBRE (A José Martí)

miércoles, 10 de febrero de 2010 en 20:00:00

Este hombre, que sabemos existe,
no es otro que el titán que regresa
a contarnos la leyenda de sus ojos vencidos.
Despiadados los ojos vivos de su muerte.
Si abres un libro, lo verás entre sus calles
como el viento que nutre las alas de un colibrí.
Un hombre como éste nació para estar muerto,
especialmente muerto de flores y gloriosos despertares.
Este hombre, éste en particular,
blandió su espada lacia y escribió unos versos
tan rojos como la sangre y tan blancos como su rosa blanca.
Este hombre fue siempre un hombre alegre
como la voluntad que respiraba del azul más cielo
y tenía la costumbre de llorar, también llorar,
porque sabía llorar el llanto de los otros.
Este hombre, magnánimamente hombre,
habló la dulzura de la belleza
y después la halló en un beso que le dio la tierra
justo en el sitio de la herida, allí en el cuerpo silencioso.
Este hombre fue culpado de ignominia,
pero fue absuelto en las memorias;
este hombre me lo contaron mis padres
y a ellos mis abuelos, porque de él siempre se habló:
de su monte de espuma, de su caballo blanco,
de su pasión por todos, de su renacimiento
entre dos ríos de libertad.

EL HUMEANTE CAFÉ

martes, 9 de febrero de 2010 en 20:00:00

El humeante café sobre la mesa
dibujaba la orilla del abismo,
ese borde endurecido,
ese filo de rocas ígneas
que alejaba a las manos
y proponía los destinos.

Los ojos discurrían del techo al mantel
y a veces se escuchaba un estruendo de pupilas
temerosas, quizá de las palabras,
quizá de los últimos días.

En las tazas se enfriaban los minutos
despojados del reloj;
¡ay, el tiempo, el tiempo, el tiempo!
caravana de despechos
que deviene redundante
hasta el sorbo de café.

Se agotaron los sinónimos
que venían a salvarlos:
dijo bien aquél que habló de olvido.

EL VIEJO DE LOS GATOS

lunes, 8 de febrero de 2010 en 20:00:00

Su piel era la tierra misma,
pero sin lluvia que corriera por sus grietas.
Eran sus manos como dos estrellas
que sacaban el néctar de las cuerdas;
suave sonido, audiencia de gatos fantasmales,
aplausos de ramas de flamboyán,
mujer enferma que estrenaba su demencia
al alba repetida sobre los restos de la acera.
Tal era su vida, un claustro de sueños remendados,
pendientes unos de otros como celadores de nostalgia,
esa nostalgia cruel, insípida de nada,
que acaba siendo todo lo que existe.
Las pedradas magullaban las paredes
y más de una vez sangraron su cabeza:
el viejo loco de los gatos,
sucio de historia antigua
y de amores ingratos.
Nadie supo nunca de dónde venían sus pies
y sus uñas retorcidas,
nadie supo nunca que un día antes de la muerte
me dijo que amaba la vida.

UN NUEVO DÍA

domingo, 7 de febrero de 2010 en 20:00:00

Un nuevo día no es cosa simple,
no es un acto cotidiano,
es un arribo,
el final de una espera larga,
un modo de agenciarse tiempo nuevo,
subirse al Sol y cabalgar el fuego,
domesticar las horas y reparar el huerto.
Un nuevo día es un trozo de destino
que elige a las ventanas para entrar en los ojos;
irrumpe, como última cita,
la azarosa promesa de nadie
en la que se duerme confiada
la apariencia expectante de las alas.
Un nuevo día es el hogar de las quimeras,
el sitio exacto de todas las cosas,
el breve sonido de la inquieta huella
que detiene el paso o aligera el vuelo;
es un paraje de misteriosas formas
donde se puede vivir o morir una vez más.

AQUÍ ESTÁ LA VIDA

sábado, 6 de febrero de 2010 en 20:00:00

Aquí está la vida
como nueva, como siempre, como nunca,
como un viaje a la luz en la intimidad de las sombras.

Aquí esta, siempre de vuelta,
atestada de manos en todo sentido,
con los dedos índices señalando deseos innombrables
hacía la incógnita de los tiempos,
hacia paraísos propios, incurables,
hacia la pasajera muerte
que miente torpe su obscuridad.

Aquí está la vida
con su sempiterno útero sangrante
de parirnos la esencial hogaza
por los siglos de los siglos.

DICHA

viernes, 5 de febrero de 2010 en 20:00:00

Es esto que traigo dentro,
como borrasca enjaulada,
lo que me sube a los cielos
y me devuelve a la tierra.
Es sensación extraña,
quizá sea pasajera,
es delirio del poeta,
es una rosa en la nada.
Siento, pues siento y siento
las ganas más absurdas
del más sublime deleite
en esta noche sin sombras.
Llevo un dogal en mi bolsa
para mejores razones;
llevo un silencio en el alma
que en mi garganta resuena.
Tengo una estrella tan mía
y tan mía es la arrogancia
de las horas que me esperan
que ya he perdido mi nombre.
Soy un instante extraviado
en la vastedad del cosmos,
un corazón, una espera,
una dicha sobre tu hombro.

CLARO DE LUNA

jueves, 4 de febrero de 2010 en 20:00:00

Yo lo sé… lo sé porque lo dicen las paredes
con esa voz tan clara que les da la lluvia.
Me busca el agua fresca de otras fuentes
hallándome en un cuerpo que no me pertenece.

Debí adivinar que nacería esa flor entre tus manos
que son roca y son aire bajo este fuego mío.
Se hizo la blanca sed que manaba de tus ojos
inutilizando por momentos el brío de las rosas.

Y había que llegar hasta ese punto del deseo,
probar que existen soles nocturnos al final de tus dedos,
había que besarte tus labios de aguacero.

Ahora reconozco el llamado de los hombres
y todos los colores regresan a sus ramas:
me olvidaré del bosque, a salvo, en tu claro de luna.

EL VIENTO DE ESTA TARDE

miércoles, 3 de febrero de 2010 en 20:00:00

El viento de esta tarde es como tú:
seduce con sus heladas ráfagas
y canta una tonada antigua
con la voz húmeda en sol menor.

El viento de esta tarde posee mi piel
como si fuera tu tiempo el que me toca
y me cierra los ojos en aquella alcoba
la alcoba de días enteros, la de entonces.

El viento de esta tarde ignora su embestida,
no sabe de las ramas que se doblan en mis sienes
ni como trastoca el vuelo de un pájaro azul
antes de volverse nube en tu ventana.

El viento de esta tarde mueve las aspas de mi mente
y gira en las palabras de tu vieja lejanía
hasta que soy la tierra que tus pies rehúsan,
hasta que soy un hombre que olvida que está muerto.

PACIENCIA

martes, 2 de febrero de 2010 en 20:00:00

He de tener un poco de paciencia
para esperar la hora tremebunda
donde descanse mi pluma y enloquezcan mis dedos
frente a una hoja en blanco y una mujer perfecta.

La paciencia he de tenerla para llegar a su garganta
y descubrir en sus cuerdas hermosas vocales,
sonoras consonantes en una voz deliciosa.

He de ser paciente para escuchar lo que dice,
para entender que es un reclamo su verbo en la noche,
una súplica que habla el lenguaje del rocío,
una llamada en mi puerta, un susurro en la almohada.

Paciencia, necesito paciencia, corazón;
no me dejes ahora que no escribo sus versos,
sostén mis ojos en la ventana,
sálvame de la prisa de tenerla,
déjame estar vivo cuando vuelva.

LO HE DEJADO ALLÍ

lunes, 1 de febrero de 2010 en 20:00:00


Lo he dejado allí donde jamás lo hallarás,
junto a la certeza de tus yerros,
allí detrás del cruento cementerio
en el que enterraste el para siempre nuestro.

Es iluso pensar que un día lo encuentres,
ni siquiera abrigas la sutil sospecha,
sólo tienes ojos que no quieren verme
y una endecha boca para maldecirme.

Pero sabe el verso toda mi inocencia,
mi falta de culpa te hace a ti culpable,
pero no me afano en demostrar ausencias
para que no sufras mi mortal recuerdo.

Abandona el tino cruel de la sentencia
y ese devaneo de obligado olvido;
por mi absolución, que llegará mañana,
dejo un beso oculto dentro de tus labios.

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