Qué tercos resultaron ser aquellos días felices.
Así es la felicidad cuando se mese apacible
en corazones tempranos y prestos al delirio.
Días felices que retozan allá lejos
donde las bocas no pueden repetir lo que dijeron
y los brazos ya no pueden abrazar lo que abrazaron.
A veces me ronda la sospecha titilante
de que todo sigue intacto:
es el tiempo el que envejece de tanto ir hacia la muerte.
A veces me duelen los pies de andar descalzo hacia el regreso,
hacia los confines del ingente recuerdo
y al final descansan al pisar mi huerto.
Qué tercos resultaron ser aquellos días felices.
Hoy les pongo flores a los juramentos:
cualquier tiempo presente, es mejor.
Así es la felicidad cuando se mese apacible
en corazones tempranos y prestos al delirio.
Días felices que retozan allá lejos
donde las bocas no pueden repetir lo que dijeron
y los brazos ya no pueden abrazar lo que abrazaron.
A veces me ronda la sospecha titilante
de que todo sigue intacto:
es el tiempo el que envejece de tanto ir hacia la muerte.
A veces me duelen los pies de andar descalzo hacia el regreso,
hacia los confines del ingente recuerdo
y al final descansan al pisar mi huerto.
Qué tercos resultaron ser aquellos días felices.
Hoy les pongo flores a los juramentos:
cualquier tiempo presente, es mejor.
es el tiempo el que envejece de tanto ir hacia la muerte.//
No lo dudes, Poeta.
Un gran abrazo
SIL
Magníficos versos... el recuerdo es traicionero, coincido contigo ¡cualquier tiempro presente es mejor!
abrazo
A veces nos cuesta aceptarlo, pero es así, "cualquier tiempo presente es mejor", lo demás ya quedó atrás.
Como siempre un gusto leerte.
Un abrazo
Un regreso a toda orquesta. Excelente poema!!! Abrazos.
El tiempo, nunca tiene pausas, corre inexorable...
Que alegría volver a leerte, hacia mucho tiempo ue no actualizabas.
Saludos!