LA TRAMPA

lunes, 30 de noviembre de 2009 en 20:00:00

Estaba la trampa de tus dedos y yo dentro de ella.
Tus palabras eran convincentes como tu cintura
que llovía en mí lúdicas aguas blancas
mientras el vestido azul, doblado sobre la silla,
me mostraba el cuerpo terso de esa mujer pretendida
que en las pausas de la noche recobraba su perfil.

Yo me daba cuenta de tus múltiples oficios,
de cómo tu arcana sombra sujetaba al resto de la suerte,
de cómo aquél sufría por lo mismo que yo amaba,
cuando menos que yo amaba entre rítmicos sucesos
fabricantes de memorias frágiles y frías finalmente,
esporádicos instantes de sumaria claridad.

Nunca creí en aquella noche
que vaciaba sobre mí sus estrellas.
Nunca creí, de aquellos besos,
ni uno solo de sus labios.

AVES Y ROSAS

domingo, 29 de noviembre de 2009 en 20:00:00

Yo soy como aquellas cosas curiosas que me contabas,
como aquel sueño remoto con aves y rosas,
como aquel cañaveral de tiempo muerto
donde la noche era un agujero negro.

Yo soy aquella mordida en los labios para contener la risa
cuando me parecía que tu locura era incurable,
porque en mi mundo las aves y las rosas tenían otros fines,
porque tus sueños y tú eran la misma cosa.

Yo soy como aquel viaje al fuego que no podías posponer,
yo soy aquel infierno que quemaste en el papel
y soy la eternidad que amamantaste de tarde en tarde.

Yo soy este rocío con olor a pasado
y soy el sentir que me arde en un costado.

Si tu supieras que ahora soy también
un sueño remoto como tus libros y tus párpados,

repleto de aves, calado de rosas.

¿HABRÁ SILENCIO ALLÍ?

sábado, 28 de noviembre de 2009 en 20:00:00

Solos están los recuerdos
sin nadie que los recuerde,
está la casa vacía de pulmones
y de ropas en el ropero.
Los muebles no tienen sombras
y la luz que nadie enciende
se quedó en otras paredes:
es la casa de los muertos.

¿Habrá silencio allí donde no hay oídos?

SOLEDAD

viernes, 27 de noviembre de 2009 en 20:00:00

La soledad está tan llena de estos días
que me remuerde un poco llamarla soledad.
La miro a los ojos, esos ojos claros de nubes
que sostienen un cielo que oculta las palabras
porque el azul intenso me ensordece.

Cautivo soy ahora de un placer insólito
que se mofa impertinente de posibles compañías.
Estar solo, solo, solo, es un hábito en la piel
de la agonía lúcida que se apaña el tiempo,
un buen hábito, por cierto, una buena hoguera.

Cerrar la puerta y olvidarse de todos los caminos,
sentir que todas las preguntas tienen una sola respuesta
que acaba pronunciando mi nombre sin maletas,
sin nada que llevarse al próximo minuto.
Sólo yo antes, ahora y después de siempre.

La soledad sólo tiene un riesgo:
a veces el enemigo asecha la suya propia
en la perpetua frialdad de los espejos.

HABÍA UN POETA QUE ODIABA

jueves, 26 de noviembre de 2009 en 20:00:00

Víctor Casaus es un poeta cubano al que admiro sinceramente. Este poema lo escribí como una reacción muy personal a otro que Casaus escribió titulado "Bárbara" que es indispensable para entender éste. Lo pueden encontrar aquí http://www.antorcha.net/index/hemeroteca/agustin/8_M.pdf


Había un poeta que odiaba
a un mundo que no era el suyo
y le hubiera lanzado sus hachas,
las mejores que tenía.

¿Quién te enseñó el odio, poeta?

El que dijo que era el tuyo
el único mundo probable,
te mintió.

Bárbara tuvo que irse
y no lo hizo por su padre,
si aquella historia es cierta,
ella se fue en su propio nombre
y lo hizo también por ti
aunque no llegues a entenderlo,
porque, saberlo, sé que lo sabes.

Y, sí, el monumento de Martí
es buen sitio para despedirse,
él tampoco es de tu mundo,
él es un plagiado más
por un tirano que es distinto
porque se vistió de ángel.

Te faltaron argumentos
¿los tenías, poeta?,
¿los había?

Monumento de Martí, año 60
y aquellos pechos de Bárbara
que se fueron a temblar,
te lo juro, poeta, a otra Historia.


PRIMERA VEZ

miércoles, 25 de noviembre de 2009 en 20:00:00
Miran hacia todas partes
buscando una culpa
que es de otros,
pero la buscan y la encuentran
en todos los ojos
que los miran disfrazados
de inmaculadas sombras,
ojos que no saben
porque no pueden.

Ellos miran sus miradas
aterradas de silencios,
preámbulo de estar solos
sobre el lecho de la suerte,
ese lecho despierto
de sábanas impacientes.

Miran y ahora miran
hacia la hora señalada,
la espera ya es sacrificio,
los relojes conspiran
y el amor está echado.

Ya no miran,
sus ojos se cierran
y se abren las caricias.
¡Qué torpes se descuelgan
de sus almas temblorosas
que escapan de la noche!
Conservan la inocencia
y estrenan sus sexos nuevos.

AYERES

martes, 24 de noviembre de 2009 en 20:00:00

Hoy estuve contigo
un rato
después de tanto tiempo
sin mirarte,
sin abrazar la sobria soledad
de tu figura
tan blanca como un ruego de amor
imperdonable.

Hoy estuve contigo
unos instantes,
minutos escasos, para hablarte
de esta historia,
de la mía, la que no conoces
porque se partió
en dos pedazos tan tristes
como alegres son tus días.

Hoy estuve contigo
sólo unas palabras,
aquellas que faltaron a mi arenga
entre las olas;
las que necesitaron de tu oído
maltrecho por el hambre
de sonidos delicados, de esos que alivian,
por fin, las despedidas.

Hoy estuve contigo,
pero ya era tarde,
nos convertimos en pasado
tan violentamente
que nos tocó vivir los sueños de un modo
jamás soñado
y hoy somos dos ayeres
luctuosos, vencidos, olvidados.

LOS ALMENDROS

lunes, 23 de noviembre de 2009 en 20:00:00

Erguidos, cual promesa de la tierra al cielo,
se abrazaban con sus ramas dejándonos la tarde
aclimatada en una sombra verde de almendras
a la que acudían los niños que volvían de la escuela.

Era cálido el murmullo del viento entre las hojas
tocadas suavemente por las últimas horas
de un sol confabulado con las húmedas raíces
que aferraban al suelo el sueño del follaje.

Los niños iban armados con ansia en los bolsillos;
las piedras iban en busca del fruto prohibido
y la cosecha se apilaba dentro de los zapatos;
tesoro que premiaba al disparo más certero.

Las viejas de la cuadra acomodaban sus chismes
bajo la protección de aquellos dos colosos
que soportaban todo y recibían poco,
amados solamente por las lluvias de mayo.

De puro agradecer la luz de aquellas aguas,
crecieron sus troncos, quizás hasta las nubes,
y un domingo temprano apareció el verdugo
y el hacha vigorosa les doblegó la altura.

Se acabaron las piedras y los chismes
y el sol se hizo cargo de incinerar portales;
el suelo abrazó para siempre unas raíces olvidadas
así como se olvidan las olas en la playa.

Mas cuenta un viajero que por allí pasó
que cuando las tardes son tibias y son de mayo,
sobre aceras y paredes de pronto se aparece
la sombra infantil de mis íntimos almendros.

DUELES

domingo, 22 de noviembre de 2009 en 20:00:00

Tengo la certeza de que cantas la tormenta
que porfía en devastarme los caminos
que conducen hasta donde dueles,
y no creas que este dolor es queja
porque dueles como duelen las noches,
moradas dulces de agonías frescas
que retozan tu presencia encandilando lunas.

Y yo espero ese morir sobre tu piel de arena,
y cada vendaval de sales es una muerte bondadosa;
dos cadáveres henchidos de pasiones salvajes
que regresan del polvo húmedo a la ciudad desierta.

Y después de todo vuelves a dolerme
y sólo me remedian tus alrededores,
acercar los cuerpos a una nueva muerte,
consumar el fuego, repetirnos siempre.

Duele y duele el vicio del que estamos hechos,
duele hasta el recuerdo de la sed reciente
y es que amar es eso, habitar ausencias,
compartir tormentas… mitigar dolores.

EL VELADOR

sábado, 21 de noviembre de 2009 en 20:00:00
Al Dr. Enrique García.
La piel es el límite del milagroso latido
y debajo hay un festín de células y sangre
mensajera de un misterio que, se sabe,
es la posesión del tiempo,
único don de la muerte.

Cuando los floridos campos vitales son diezmados
y aparece la borrasca arrasando el templo,
viene también la mano sanadora
que impone treguas al sufrimiento
y devuelve al que sufre el calendario.

Y esa mano es tuya, velador de dolores,
esa mano sin nombre tantas veces,
esa mano que traza el rumbo de vuelta a la esperanza,
esa mano que salva, esa mano que yerra
intentando el hallazgo de la luz.

Tú que sabes la diferencia entre un sí y un no
dime en qué punto se encuentra el azar de la vida.
¿Qué sabia frialdad se acomodó en tu voluntad
para aliviar el flagelo que el cuerpo impone al alma?
¿Qué se siente al poner la mano en las entrañas
para reparar la obra inconclusa de los dioses?

A FLOR

viernes, 20 de noviembre de 2009 en 20:00:00

Si una vez regresara al corredor
de aquellos pasos de silencios viejos,
caminarían mis pies tan perplejos
como ojos a las puertas del amor.

Y a aquella puerta llamaría el hombre
que soy a veces cuando me habla el viento
palabras nuevas. Dulce movimiento
el de los labios al decir tu nombre.

Desde aquel gris que amenazaba el cielo
hasta lo absurdo de tu lejanía;
desde la tarde en que empezaste un beso

hasta la noche en que acabó tu celo:
Reencarnaría yo esta cercanía
dispuesto, amor, hasta morir por eso.

DESPERTAR

jueves, 19 de noviembre de 2009 en 20:00:00

Despiertas y escondes tus ojos de la luz reciente
y notas los ruidos de la vida que reinicia la mañana
en la que no estarás por vez primera.

Tu mano izquierda busca entre las sábanas alguna evocación,
pero la noche se ha ido y con ella el hombre.

No estás en la mañana y nadie te busca afuera;
es como si nunca hubieras existido para nadie,
como si te hubieras diluido en las brumas
como lo hace el café en el agua hirviente,
y bebes lentamente cada sorbo con la mirada fija
en algún punto donde la noche sigue ilesa.

No esperas nada, sólo sigues el compás de los minutos
soñando con que todo se rehará de algún modo,
que la salvación es posible después de todo,
si a fin de cuentas él no volverá a tu cama
y tú no estás dispuesta a besar como lo has hecho,
sintiendo que hurtabas cada impulso de su cuerpo,
cada temblor de su propia culpa disimulada.

No, no volverás a morir con tanto deseo adentro,
por eso dejas la taza vacía sobre la mesa
y rompes a llorar lágrimas de incertidumbre
de no saber y saberlo todo al mismo tiempo.

No estás en la mañana y nadie te busca afuera,
pero suena el teléfono y contestas diligente.
La voz temprana de una amiga te pregunta:
- ¿Cómo pasaste la noche?

SI HE DE VOLVER (Perdonen la nostalgia)

miércoles, 18 de noviembre de 2009 en 20:00:00

Si he de volver lo haré por tu entrada triste,
por ese manglar exhausto de la sal en su semilla.
Entraré con la marea hinchada de un beso de luna llena
y con los pies ya en tierra me quitaré las alas,
estas alas de la guerra.

Si he de volver quiero que cante el sinsonte
su canto verde de palmares despiertos
que apuntan al cielo su evidente sincronía
con el sueño circunspecto del hijo que regresa
de un sol nocturno que reclama un puñado de su sangre.

Si he de volver quisiera ir primero al monte
donde las voces que aquel laúd guajiro
cantan bajo la sombra de guano del bohío,
mientras la guardarraya danza un trago de café
bajo el influjo ardiente del claro ron dorado.

Si he de volver pondré mi rostro a la luz herida
del sol inequívoco que llora la mañana
por tantas primaveras cumplidas allende el mar,
dispersas por la niebla del tiempo contradicho
en la nostalgia ciega del hombre que he perdido.

Si he de volver relataré mi historia sin prisa
a mis amigos viejos por si se han olvidado
de las promesas tibias talladas en verano,
ese verano eterno que habita bajo las piedras
que antes fueron suaves vestigios de la vida.

Si he de volver permítanme llorar mi última alegría,
permítanme reír mi último lamento
parado sobre la estera verde de la antigua loma
que vio a mi corazón latiendo en las esquinas,
muy a pesar del tiempo, la ausencia y el olvido.

MUJER QUE TE DETIENES

martes, 17 de noviembre de 2009 en 20:00:00

Mujer que te detienes ante la elocuencia del deseo
caminando displicente junto a la orilla de la noche,
Pasas rozando los cilios de un corazón que espera
con la puerta abierta a los mendrugos del vacío.

No te has dado cuenta aún del remolino de ayer
que revuelve las palabras, ya tan dichas, que duelen
como la ausencia que abate la intención de los sentidos
en esta casa fría de aire, de paredes, de lámparas y de mí.

Mujer que bien conoces los peligros del olvido,
que sabes cuánto punzan en la boca los besos
cuando quedan sin labios, sin lenguas y sin dientes
en esa muerte torva que es saberse perdidos.

Confieso que te temo, mujer… ¡te tengo miedo!
Sé bien que eres capaz de no volver a este nido.
Quien no haya visto tus ojos, como yo los he visto,
no ha conocido nunca, del amor, la impúdica demencia.

SOSPECHA

lunes, 16 de noviembre de 2009 en 20:00:00

Hoy dejaré que la mañana decida,
sólo abriré los ojos y me dispondré a vivir
sin la prisa irreverente,
sin las calles,
sin demonios,
sin la gente
Hoy retendré el hechizo del abrazo de la luz
y, escudriñando en sus fotones,
hallaré el motivo del oxígeno en mis venas,
la causa del próximo latido
sin las coordenadas habituales.
Hoy no pensaré en la cara oculta de la luna,
ni en el ostentoso desenfado del misterio;
no buscaré desentrañarme los segundos
y detendré al famélico deseo
de parecerme al rostro que ellos quieren.
Hoy el sol es simple:
tengo la sospecha de que el día es mío.

MALECÓN

domingo, 15 de noviembre de 2009 en 20:00:00

La vida se recuesta con los codos sobre el dique
y los ojos lavan sus iris en el azul de gaviotas celestes
que emulan a la brisa la magia de las nubes
que pintan las aceras con sombras de salitre.

La claridad se estrena gris en el cemento
y la ciudad se guarda del filo del misterio
clorofílico de algas lejanas y difusas
que traman, complacientes, esperanzas distantes.

Parece que las calles conspiran con los pasos
y como ríos de almas conducen hasta el mar,
allí donde los rostros le dan la espalda al miedo
y apuntan el ensueño hacia la inmensidad.

La costa se somete a los deseos del muro
allí mueren las olas y renacen los amantes,
se crispan las ansias de ser pez
y los sueños son anzuelos sumergidos

Las aguas repiten su sódico rumor eterno
que los labios escuchan aun en los suspiros
mientras la luna miente su luz al horizonte
que envuelve las siluetas de barcos que se van.

Así me llega el aire caliente del recuerdo
de aquellas noches dulces en estado salvaje
¿De qué me servirá ese mar ahora
que sólo es un instinto de mi viejo animal?

MIS VERSOS

sábado, 14 de noviembre de 2009 en 20:00:00

Mis versos son una puerta
de entrada o de salida,
todo depende del lado
del misterio en que me encuentre.

Mis versos son el delirio
de mi hombre que se asombra
por la sombra que le insiste
del sueño al amanecer

Mis versos son la llovizna
que moja los pies descalzos,
son el hogar que los seca,
son el fuego amamantado.

Mis versos tienen la forma
del alma que los contiene:
son de agua, son de aire,
son arcilla entre las manos.

Mis versos también son tuyos,
aunque de poco te sirvan,
alivian si son espuma,
hieren si son espada .

Mis versos son una treta
premeditada y sonriente
para morirme la vida,
para vivirme la muerte.

FRÁGIL ILUSIÓN

viernes, 13 de noviembre de 2009 en 20:00:00

Qué absurda ilusión es esta de tocarte


y esperar hallar bajo mi mano una mujer.


No estás allí donde pareces,


tan sólo eres ese quebrantado ser


en la imaginación de mis dedos


que te buscan procaces en lo oscuro


bajo torrentes de sábanas monótonas.


No estás allí y no estoy yo en ninguna parte


y sé donde encontrarte, pero no te muestras,


persistes en la demora de tu rostro indiscutible


y me mantienes culpable de tu piel curtida


por el desvelo de su mala suerte.


Pero estoy aquí esperando a que llegues


a que salgas de ese cuerpo contrito


y renuncies a tu amargo despertar de cada día:


innombrable, sin tu esencia, sin tu piel.


Qué frágil ilusión es esta de tocarte


y hallar entre mis manos, por fin, una mujer.

DESCONOCIDA

jueves, 12 de noviembre de 2009 en 20:00:00

Qué simple es la distancia hasta esos ojos,
qué extraña la apariencia de la endeble cercanía
sentados cada uno en reposada coincidencia;
silogismo que concluye en un deseo intacto
donde el único argumento es el misterio humeante
en la estrecha longitud del mediodía.

Ella está en mi mente como el bosquejo
de un tiempo sin secuelas, de un espacio sin rasguños
con carnes y huesos mudos donde sólo existe el agua
y la sed es un ansia tibia en la garganta.

Ella tiene un rostro que usa en la multitud
pero no tiene nombre y tendré que llamarla
por el nombre de sus labios.

Ella, en realidad, es nadie,
es esos ojos de niña que se asoman a la tarde
y yo soy un lapso de silencio esperanzado
que imagina, que recorre, que la inventa.

Ella se pone en pie y se aleja hacia sus rumbos,
yo la pongo en la mirada hasta que se vuelve aire
mientras imagino cuánto cambiaría el paisaje
si tuviera yo la suerte de su mano.

Ella no sabrá cuánto la amé
y cuánto la olvidé transcurrido ya el azar.

NUESTRA VIDA

miércoles, 11 de noviembre de 2009 en 20:00:00

Nuestra vida,
esta frase que nos une
en el mismo corredor del laberinto
como prueba irrefutable
de la utilidad del tiempo,
de que existen nuestras manos
a pesar de nuestros pies,
de que somos un recuento
de ese don de amanecer
sabiendo del alcance de los sueños.
o
Somos, y eso es plural,
ese es el modo de asumirnos,
de creernos el aire,
el agua, el fuego y la tierra,
de bebernos las pieles,
explicarnos las miradas
y poner a buen resguardo
las risas y los llantos.
o
Somos como un árbol
que se ufana de sus flores,
solitarios y sedientos:
uno de la sed del otro.
0
Nuestra vida,
esa frase que nos une,
no reniega de la parte que nos toca
y nos contemplamos nuevos
cada vez que entre la espuma
de este mutuo corazón nos desnudamos.

HISTORIA MÍNIMA

martes, 10 de noviembre de 2009 en 20:00:00

La historia es un rebuzne de conciencias truculentas
escrita con la pluma y la sangre del sapiente,
es un conjuro eterno frente al dios omnipresente
que mira indiferente de su hijo la demencia.

Acaban las eras y luego vienen otras,
contradicho de las voces de los que hablaron antes
poniendo de su planta la huella prominente
y al levantar el pie la hierba es un desastre
de verde corrompido, inerte, terminado.

Así camina el dueño de las tierras y los mares,
aquel merecedor del oro y de las aguas
que vive en vanidad y muere de vergüenzas
que al cabo se convierten en libros justicieros
para contar un cuento de héroes y derrotas.

Así se finge el rey del reino de la espada
que juzga lontananzas que siguen sin remedio;
los ángeles no sirven para salvar oprobios
y los dioses van al cielo en regia caravana
vencidos por la fe, rendidos por las almas.

¡Cuánta miseria puede brotar del intelecto!
¡Cuánto dolor puede ocultarse en las heridas!
¡Oh, hombre que te llamas hombre!
Deja de mirar al cielo y siembra corazones en la tierra.
¿Quién puede maldecirnos?
¿Quién puede perdonarnos?
¿Quién podrá salvarnos del brazo envilecido si hablo de mi brazo?

Aún quedará el ensueño de las revoluciones
que ponen buenos nuevos sobre sus pedestales,
pero que sólo cambian de bando a los muertos.

Hombre serás hombre, quizás, en otro tiempo.

AVANZA LA MAÑANA

lunes, 9 de noviembre de 2009 en 20:00:00

Avanza la mañana como un campo de flores nuevas,
se mueven las distancias y se juntan los destinos,
se besan las nubes con los erguidos pinos
y los rostros de ayer se saludan
por primera vez en siglos.

En todos los relojes la hora se conjunta,
hay un sinfín de historias esperando por oídos:
la noche fue muy larga, los sentidos lo confirman .

Parado en la esquina hay un hombre que soy yo,
pretendido por la inercia de una llamada suicida
que transcribe en las aceras las huellas enmendadas
sin que el viento ni nadie pudiera deshacerlas.

Es un juego de luces que alumbran a ese hombre
-que puede seguir siendo otra vez yo-
que se ha quedado ciego de soñar con estas horas
que acaban, finalmente, quitándose el sol
y colgándolo en un poste de aquella vieja esquina.

Es tan difícil llegar a donde se nos llama
y tan fácil arribar a donde siempre se ha llegado
que es preferible arrancarse los sueños
y hacer con ellos guirnaldas de colores
para adornar, después de todo,
la eterna oscuridad del cementerio.

FRENTE AL MAR

domingo, 8 de noviembre de 2009 en 20:00:00

Está el mar frente a mi vida,
quizá tuve necesidad de confrontar inmensidades,
de sentir la existencia, así, colmada de arena y sal
como cuando aquel niño daba un beso a cada ola.
Cierro los ojos y escurro mis dedos torpes
bajo la tibia piel del viento
y mis yemas tantean el tiempo profuso
de una larga primavera,
única estación que reconozco como propia
en un karma inhumano que sólo admite a la tierra que florece.
Es un incómodo vicio el que tengo
de anudarme la belleza a las sombras que me abrazan
y allí estoy con los almendros apedreados,
con la areca que pasaba de ser verde a barricada
resistente al impacto de mis balas de aire;
con el templo sin fieles y su erguido campanario
y aquel tañer del bronce seduciendo al firmamento
vestido de nubes blancas, rojas o grises, no importaba;
allí estoy con los huecos del asfalto lastimado
que esperaban a la lluvia y a mis barcos de papel;
con la gente feliz que se contaba a si misma
contenta de no saber que habían otros mundos;
allí estoy con mi amigo muerto de una guerra extraña
convertido en un cuadro de flores en la pared,
con el grito de una madre que llama a su hijo porque es tarde
y con el hijo que protesta desafiando los poderes del reloj;
Allí estoy con aquella calle de dos finales:
donde todo empezó donde todo terminó
y el mar baña mi rastro mientras muero sobre su arena,
que no es, en sí, mi arena,
pero sirve, cuando menos, para no olvidar jamás.

ESTE CAMINO

sábado, 7 de noviembre de 2009 en 20:00:00

¿Dónde podré ocultarme de las voces que me hablan
desde un para siempre tan largo?
Aquí estoy aguardando, como si no hubiera sonido alguno,
cual si fuera de otros la absurda aniquilación.
Fui mortal ya mucho antes de nombrarme de algún modo,
soy el tiempo diminuto de la existencia efímera.
Frugal es el latido, fugaz este camino.


INSTANTE

viernes, 6 de noviembre de 2009 en 20:00:00

De instantes llenan el tiempo
los muertos y los amantes.
Yo moría junto a ella
y ella también moría,
nos moríamos de amarnos,
de atarnos los esqueletos
mucho antes que las pieles
y nos moríamos tanto
que hasta respirar dolía.
Se nos olvidó la vida:
no había si no esa muerte
renuente que nos gustaba,
que nos doblaba la entereza
de la ilícita locura.
Verdugos fuimos
de nuestros propios vivos;
mortajas fuimos
de nuestros propios muertos;
fuimos la hecatombe
ávida de aquellos cuerpos
tendidos bajo un cielo,
agonizante cielo,
que mentía sus astros
en una noche que ya duraba
apenas un instante
de nuestras muertas vidas.

LA NIÑA Y EL JARDÍN

jueves, 5 de noviembre de 2009 en 20:00:00

Niña, sin que mamá se de cuenta,
mira de reojos al jardín,
mira, oye como llama la tierra húmeda
a tus pies descalzos,
como te hablan las flores,
no son las mismas de ayer, son nuevas,
acaban de abrirse, pero te conocen,
antes de morir, las otras les contaron de ti;
mira las lombrices saludando retorcidas
y las abejas aún no liban esperando a que te asomes;
mira el gorrión, picoteando, picoteando
y la paloma gris y la blanca y la negra
y el montón de bichitos sin nombres,
pero bien que sabes hablarles
cuando hacen rondas para jugar contigo.
Todos se inclinan, te quieren, te dan los buenos días,
lánzales un beso sin que mamá lo sepa,
apúrate que se hace tarde,
hazlo antes de que el jardín sea un problema más,
que la tierra húmeda te enferme,
que las flores se hagan invisibles,
que las abejas se atrevan a picarte,
que la lombriz se convierta en un gusano inmundo,
que el gorrión y las palomas sean simples pajarracos,

que los bichos sean miasma;
hazlo antes de que hayas aprendido
lo peligroso que es el jardín.
Niña, mira, aunque sea de reojos.

SILENCIOS

miércoles, 4 de noviembre de 2009 en 20:00:00

Me quedó entre las manos el atávico silencio,
ese que dejaba su policromía en las paredes
o derramabas sobre las losas del piso de nuestro cuarto,
porque hablabas poco de lo que pasaba adentro,
allí donde tus negruras eran sólo para ti.
y yo no quise nunca abrir aquel pecho
donde escondías quién sabe cuánta pena,
quién sabe cuánta dicha, quién sabe…
Lo cierto es que en las noches,
después de los sudores del amor,
recostabas tu cabeza amarilla sobre mi pecho pretencioso
y cantabas tu silencio con ese aire de princesa sin castillo,
con una voz tan dulce que, resignados mis oídos,
quedaba satisfecho de aquellas muertes sin palabras,
de aquel murmullo de respiración
que conquistaba la atmósfera
a través de tus labios entreabiertos.
Y así te recuerdo,
muda de sonidos en tu alma hasta el día en que partiste
y yo, deteniendo la urgencia de una súplica aterrada,
desde la ventana, vi como alejabas tu silueta bajo el sol
y me quedé callado quizás por la costumbre,
quizás por la certeza de que quien calla otorga:
fuiste feliz.

¿SERÁ?

martes, 3 de noviembre de 2009 en 20:00:00

Salir de este recinto de paisajes transitorios
y llegar a un punto donde anidan mis especies más antiguas;
beber de la fuente de aguas multicolores
donde beben otras bocas,
las bocas que se atreven a saciar la sed que tienen;
partir de alguno de mis puertos
y guiar mi nave cargada de sueños,
sueños que pesan hoy
lo que pesa una roca entre las sienes
de aquel cansado que reposa una vida de nostalgias
de cosas que no fueron, que se quedaron mudas
de gestos en las manos;
sentir que no hacen falta hijos, ni árboles, ni libros,
que basta con besar las flores de cuesta arriba.
Volver sin nunca haber partido es triste
cuando han transcurrido ya las tierras y los mares
que pintaban las orillas de mi viaje.
¿Qué sentirá el viajero que arribara al infierno
elegido a conciencia desde antes de la muerte?
¿será que es tiempo todavía para amarme?
¿será que pueda, corazón, será que existes?

ESTA MAÑANA

lunes, 2 de noviembre de 2009 en 20:00:00

Esta mañana no es una mañana cualquiera:
es un lamento del Sol,
una prolongación del arcaico menester de las brumas
que se quedaron a las alas de un pájaro
posado en la rama de aquel árbol sin raíces.
o
Esta mañana me viene desde adentro,
desde la infertilidad de un tiempo atascado
en estos ojos que lloran un llanto sin mirada,
sin –al menos- la duda que deja la esperanza.
o
Esta mañana no tendrá fin si no le hallo un escondrijo,
un rincón donde postrar sus horas renegadas;
debo librarme de su aire aparente
antes de que se convierta en una herida
que me desangre los sentidos para siempre.
o
Esta mañana será una mañana cualquiera
ese día en que tú vuelvas a ser la madrugada.

DISTANCIA

domingo, 1 de noviembre de 2009 en 20:00:00

La distancia nos pierde del amor,
nos muerde los tobillos a la orilla de los pasos,
No es visible la angustia
tras el fiero quebranto del espacio
que alarga la neblina y ensancha las venas
donde corre la sangre trasquilada
de un corazón clandestino.
Fueron tus ojos, sé que fueron ellos
los que me hablaron primero,
y después nuestras palabras negras o blancas,
vocablos que se mecieron al ritmo de las olas
de un tiempo que no existe
más allá de mi cabeza atolondrada
que tiende a sufrir de sueños alquilados
a un mezquino arrendador nocturno.
Es saberte bendecida por el viento
lo que me trae a esta esquina del alba,
a este recodo donde aparca la llovizna
de las horas que pasan sin que nadie las viva,
sin que nadie las muera de otro modo
que no sea esta nostalgia extraña
donde todo empieza inconcluso.
Tal vez hay amores que son así:
vacíos de cuerpos y de entrañas.
Tal vez hay amores que son así:
desterrados de antemano
al simétrico ardid de la distancia.

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