MEMORIA

sábado, 29 de agosto de 2009 en 23:15:00
(Oleo sobre tela de Diego Brage)
Si acaso puedes ver en mi memoria

verás que no serás jamás recuerdo:

no se recuerda el mar entre las olas,

no se recuerda amar entre tus brazos.

CADENAS

en 21:22:00

De pronto un día supe la textura de la tierra
que sostiene diligente el peso de mis pasos;
supe, además, de este par de alas,
supe que es el viento quien me guía
y en su aire me sumerjo como el humo.

Cargo para mi vuelo un manojo de sueños
torpes e imposibles pero tan míos
como el rotundo corazón que los cobija,
como el delirio que a mis pies pone el sendero
que andaré dichoso hasta el último de mis días.

Una vez, como si fuera poca mi suerte,
te hallé sentada en un recodo del camino
donde esperabas por mí todas las tardes
y con esos ojos que no se callan nunca
me hablaste del amor en dos miradas.

Quedaba mucho trecho para amarte
y me regocijé sintiendo que era cierta
la nueva dimensión de mis mañanas:
contigo ahí, contigo allá, contigo aquí…
contigo volé el mundo a cuatro alas

Y con tantos decires que el amar provoca
un día te dije: “Amor, te pertenezco”,
palabras que besaron el ego de tu oído
haciéndote feliz hasta los huesos
y a mí me convirtieron en un preso

Lentamente, sin saber, nos adueñamos,
tú de mí y yo de ti
y fuimos sólo un par de propiedades,
un par de moribundas libertades
que en nombre del amor encadenamos.

ESPERANZA

jueves, 27 de agosto de 2009 en 19:00:00

Hoy cumplo siglos esperando…
sí, porque esperar es mi elemento,
es mi inocencia convertida en juramento,
es mi atmósfera, es mi fuego.

Yo espero como se espera lo que nunca pasará
aquello que se escapa del paisaje ante mis ojos;
eso que está sólo para ser esperado
y nada más.

Espero porque el tiempo no existe en la simiente,
porque puedo vivir y morir a mi antojo
y así no tengo que aferrarme a mis horas;
y así no temo ser vencido en la demora.

Espero lo que quizás ya pasó sin darme cuenta;
ese “tal vez” rejuvenecido en mi interior
que como ola nueva se deshace en la orilla.
¡Bendita sea la orilla!

Espero que la realidad se convierta en mis sueños,
que el sol encienda mi ventana día a día
a pesar de que la noche sea eterna
y clamen por mí todas sus sombras.

Espero porque esperando soy quien dicta maravillas;
milagros mudos sucediendo entre mis sienes
sentenciados a existir en mi existencia:
en eso mismo consiste mi conciencia.

Espero porque jamás seré de nuevo lo que fui,
porque jamás seré otra vez lo que ahora soy
y me confieso partidario del misterio
que se desata en los latidos del reloj.

Espero porque si espero acabaré con la distancia
que pone siempre al corazón en destemplanza,
y hay quien me acusa de ser necio irremediable:
quizás no sabe que más necia es la esperanza.

QUÉDATE EN SILENCIO.

lunes, 24 de agosto de 2009 en 21:00:00

Un silencio prolijo anida en el espíritu
y la mente duerme a sus pensamientos.
Queda el alma, entonces, sola con sus voces,
voces áfonas, etéreas y sin movimiento.

Queda así de pronto el músculo detenido;
la garganta inerte sólo es un abismo
y el silencio invade, toma, posee…
dueño absoluto, señor de sí mismo.

Quédate un instante sin el universo,
girando en torno del misterio soluto
en la soledad cobijándote de todo:
ese todo inmenso donde te diluyes.

Pero no te ocultes, que se oculte el mundo;
muéstrate al vacío como único ser,
concluso, magnífico, dios colosal
en la infinitud de tu cielo propio.

Quédate callado como tibia roca,
deja las palabras para cuando regreses.
Quédate callado, quieto, indiferente,
que el silencio, al fin, te dirá quién eres.

LUZ Y SOMBRA

domingo, 23 de agosto de 2009 en 0:13:00



Si ves que en silencio pasa y no te nombra


la vida con sus cúspides y abismos,


pudiera parecer que no es lo mismo:


el sol hace la luz y hace la sombra.

TU CABELLO

viernes, 21 de agosto de 2009 en 16:53:00

Sometido por el viento

tu cabello baila una caótica danza,

baila con las olas de ese már celoso

que aulla necio su arenosa espuma.


Y la danza sigue al compás del azul,

y tus hebras negras surcan la luz

de la tarde hermosa confiada de ti,

untada de tí, colgada de ti.


Tu cabello baila revuelto

y tus ojos buscan en el horizonte

señales de un naufragio desde ayer,

cuando la marea le impidió volver.


Tus oídos oyen el ondear de tu pelo

y eres como un cuadro pintado en el aire.

Esperas despertar de un desvelo profundo.

¡Vaya historia de amor que escapó de tus sueños!

NACIMIENTO

martes, 18 de agosto de 2009 en 19:34:00

Aquí está, recien llegado.
Aún tiene olor a humedad;
a humedad de entrañas: de vientre.
bhuuiiii
Aquí está y ni siquiera está enterado.
Entró por la puerta más bella,
la única puerta que lleva al mundo.
bhuuiiii
Aquí está el dueño de un regazo
hasta el fin de los tiempos.
Se ha cumplido un sueño

Aquí está como si nada;
como si el tiempo fuera todo suyo...
para siempre.

Aquí está, virgen como la inocencia;
sin pasado, sin memoria, sin historia,
sin olvido.

Aquí está, sí; llegó llorando;
pero no de heridas;
eso... eso no era llanto.

Aquí está, ¡mírenlo, no miente!
en verdad es vida libre de la mente,
libre de los otros.

Aquí está, como un dios diurno
que abandonó paraísos
a cambio de la luz del día.

Aquí está, y ya no hay regreso:
ha nacido un niño...
y otra vez... la esperanza.

CREPÚSCULO

domingo, 16 de agosto de 2009 en 9:36:00

Un día prometí no volver a recordarte,

enterrarte para siempre en una fosa de mi memoria

y toda una mañana fuiste prisionera de mi olvido

y te supe desterrada para siempre de mi historia.



El mediodía llegó con su sol perpendicular

y yo sonreí gozoso de poder no recordar.

Disfrute aquellos momentos victoriosos en la orilla

y me respiré el salitre como quien repira el mar.



Me libré de la agonía de encontrarte en nuestras ruinas;

vi derrumbado nuestro tiempo, nuestras palabras,

y en verdad creí ser libre de la magia de tu aliento

y del rastro que dejaste abrazando mis silencios.



Hasta que llegó la tarde y no fue más que un instante

desafiante, soberbio, claro y minúsculo,

en que al mirar al horizonte me di cuenta, derrotado,

que olvidarte no es posible, que tú eras el crepúsculo.

LA MUERTE

sábado, 15 de agosto de 2009 en 22:53:00
Impositiva y grotesca

en todas sus formas posibles;

silenciosa, sólo a veces,

y muchas otras, ruidosa.

Esperando con paciencia

los descuidos de la vida

va junto a cada latido

mutilante y cadenciosa.


Sin piedad, sin indulgencia,

sin temor a lo peor,

lo peor es en sí misma,

ruina del ave y la flor.


Irremediable destino,

fundamento del destierro:

¿quién la puso en el camino

con su instrumento de hierro?


Acompaña los segundos

de todo aquel que respira,

asechando sigilosa,

cada lecho es su guarida.


Nunca será inocente

y esa es su culpa mayor,

pero no hay para ella castigo,

pero no hay para ella perdón.


Cualquier nacimiento inspira

a su gélida vocación:

ultimar y ultimar sin prisa

la vida a su alrededor.

Prominente misteriosa

nadie sabe que habrá después.

Unos piensan que hay fantasmas,

otros no pueden creer.


Vendrás por mí cuando quieras

tú lo sabes, yo lo sé,

pero aún puedo ser tu enemigo

y nunca te esperaré.


ELEGÍA AL MIEDO

martes, 11 de agosto de 2009 en 15:24:00

Lo de menos son las manos,
el problema es que me atas el espíritu.
Me dejas en la sombra
habiendo tanta luz afuera.
No me escondo, tú me escondes;
tú me niegas, no me niego;
tú me buscas, yo te sigo;
no es el mío, es tu juego.
En verdad te pertenezco,
es verdad que me gobiernas
con tu lacerante látigo
que no se apiada de mis sueños.
Y mis sueños ahí están
ocultándose por ti,
muriéndose por ti,
en silencio por ti.
Y tú me conoces bien,
sabes que no iré muy lejos
porque es simple mi destino
porque huyo del camino
A veces pienso que mañana,
tal vez, mañana...quizás...
me despierte y no te encuentre
merodeando en mis entrañas.
Pero estás acomodado
a tus anchas en mi vientre
con tu sonrisa siniestra
desgarrandome el deseo.
Sé muy bien que no te irás,
pues de clemencia no sabes.
y me quemaré en tu fuego,
y me quedaré sin alas.
No te irás, lo sé muy bien,
y espero que no me perdones
si un buen día, entre la niebla,
sea yo quién te abandone.

CUANDO ELLA VIENE.

lunes, 3 de agosto de 2009 en 10:39:00
No me es posible estar solo. Cuando creo haberme librado de todas las personas y todos los personajes que habitan este mundo, siempre aparece ella mirándome con los ojos fríos del espejo y lo malo es que sus ojos no mienten.

Me quedo desnudo, tan desnudo que ni la piel me sirve para cubrirme. Ahí estoy frente a ella sin poder esconder nada y ¡vaya que lo intento a veces!; pero es en vano. Ella puede verlo todo en mí y me recuerda que eso que me dice es exactamente lo que soy.


Frente a ella me quedo sin armas, sin pueriles excusas, sin sofisticados y bien fingidos argumentos. Frente a ella soy tan escueto que sólo mi sombra me sirve para demostrar que existe la luz. Frente a ella la vida ocurre diferente, sin tapujos, sin falsas esperanzas. Frente a ella soy simplemente yo.


A veces confieso que me asusta cuando me muestra tal cual soy, hermoso, sí, pero con grietas profundas. Pongo sobre la mesa mis fortunas y mis miserias y las contemplo, con orgullo a unas y con desprecio a las otras, pero finalmente, fortunas o miserias son todas tan mías que el orgullo y el desprecio no son más que formas de mirar, modos de conseguir la síntesis de lo que guarda mi alma en un cofre que es sólo para mi... y para ella cuando viene a visitarme.


Ella está siempre a mi lado, me persigue, pero logro ocultármele en presencia de extraños. Es entonces cuando aprovecho y me pongo el disfraz de las circunstancias, por que, siempre uno se parece a las circunstancias, sobre todo ante aquellas miradas que se conforman con tan poco, que unicamente pueden ver lo que está a la vista y nada más.


Pero cuando no hay extraños ella viene y me recuerda lo que finjo olvidar para mantenerme a salvo de mí mismo. ¿Necesito estar a salvo de mí?... a veces sí. Desde siempre he sido mi peor enemigo y entablo un duelo a muerte en el que no se distinguen ni la victoria ni la derrota. Ella me pone frente a todos los caminos posibles y también me muestra mis miedos para que yo pueda elegir.


Cuando ella llega, mi primera reacción es de reclamo, porque a ella no se le olvida nada, habita mi memoria como dueña y señora de mi tiempo, pero, a medida que las horas pasan, nos reconciliamos y empiezo a necesitarla, la poseo y me posee: nos amamos.


Los días pasan y ella suele tardar en volver. Por momentos puedo verla si cierro los ojos, pero cuando los abro se diluye en la realidad, porque ella vive ahí, en el aire, en la luz y en las tinieblas, en el silencio y los sonidos, en las endijas de la vida.
Por eso, aunque se demore, aunque le temo, la espero y sé que siempre va a volver mi amada, mi compañera: mi bendita soledad.

SI UNA DE ESTAS MAÑANAS.

sábado, 1 de agosto de 2009 en 20:53:00

Donde quiera que estés

andarás tras mis huellas,

aunque nunca las busques,

aunque nunca las veas.


Así pasa después

de dejar las mañanas

a la suerte que llegue

tras de las madrugadas.

Y tú sigues allá...

no sé dónde tú sigues;

pero allí donde estés

una voz te persigue.


Te persigue si duermes,

si despertas, si escapas,

si te ocultas de ti,

te persigue si existes.


Ten cuidado, mi amor

que de tanto ir al cielo

un gorrión fue a morir

de cansancio en el suelo.


Me pregunto qué harás

si una de estas mañanas

te despiertas sin mí

y te hieres el alma.



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