
La noche respira el silencio
renegrido de sus horas
que a intervalos se fragmenta
con el canto de los grillos.
Yo, cansado del insomnio,
he traído mis suspiros
que arañando las paredes
se cuelgan de tu ventana.
Tú dormitas soledades
voluntarias en tu lecho
tan ajena al sueño ajeno,
silente como la almohada
Yo, descubierto por la aurora,
ya apagados los grillos,
descuelgo mis suspiros
y pongo camino a casa.
renegrido de sus horas
que a intervalos se fragmenta
con el canto de los grillos.
Yo, cansado del insomnio,
he traído mis suspiros
que arañando las paredes
se cuelgan de tu ventana.
Tú dormitas soledades
voluntarias en tu lecho
tan ajena al sueño ajeno,
silente como la almohada
Yo, descubierto por la aurora,
ya apagados los grillos,
descuelgo mis suspiros
y pongo camino a casa.