El humeante café sobre la mesa
dibujaba la orilla del abismo,
ese borde endurecido,
ese filo de rocas ígneas
que alejaba a las manos
y proponía los destinos.
Los ojos discurrían del techo al mantel
y a veces se escuchaba un estruendo de pupilas
temerosas, quizá de las palabras,
quizá de los últimos días.
En las tazas se enfriaban los minutos
despojados del reloj;
¡ay, el tiempo, el tiempo, el tiempo!
caravana de despechos
que deviene redundante
hasta el sorbo de café.
Se agotaron los sinónimos
que venían a salvarlos:
dijo bien aquél que habló de olvido.
dibujaba la orilla del abismo,
ese borde endurecido,
ese filo de rocas ígneas
que alejaba a las manos
y proponía los destinos.
Los ojos discurrían del techo al mantel
y a veces se escuchaba un estruendo de pupilas
temerosas, quizá de las palabras,
quizá de los últimos días.
En las tazas se enfriaban los minutos
despojados del reloj;
¡ay, el tiempo, el tiempo, el tiempo!
caravana de despechos
que deviene redundante
hasta el sorbo de café.
Se agotaron los sinónimos
que venían a salvarlos:
dijo bien aquél que habló de olvido.
Me trae imágenes tu poema de la antesala de la verdad, esos momentos en que se acaban los escondites y se hace tan presente entre dos la soledad.
Un abrazo poeta
Cecy
Me ha encantado, es brillante.
Saludos!
Un cafe es que da pàra eso y mucho más...precioso...
Una buena de café me tomaria yo ahora contigo, amigo mío.
Celebro este poema. Muy bueno.
Un abrazo.
Con el último sorbo se acabaron las excusas y llegó la hora de afrontar la realidad.
Un abrazo.
Un sorbo de café caliente, una mirada perdida en la lejanía y un recuerdo mas amargo que el café...una bella y sentimental combinación para una mañana fría.
Un saludo...bello poema
Tazas llenas de vida, miradas con sabor a café.
Y el tiempo, implacable.
Un placer amigo.
Suave, como quien habla del olvido con café mediante.
Me encantó Kuban!
Cariños!
Qué belleza... además de café huelo el momento de "tocar fondo", buscar en ese instante la razón para volver a empezar.
"Se agotaron los sinónimos"...¡Qué fuerte!
Abrazos,POETA
pues yo en este preciso momento me tomo mi tacita de café matutina... y es una delicia... más que olvidos y melancolias, ME VUELVE A LA VIDA... el café es mágico.
:)
salud
Endulzando el café, no dejo de mover la cucharilla.
Un beso, como la vida misma.
Alrededor de ese café todo un cúmulo de sensaciones y vivencias.
Bonito por demás.
Un beso
Otra día que me tienes or aquí disfruntando de tus letras...
Saludos y un abrazo enorme.
Sorbos de café saboreando éste y tu bello poema.
Me llegó el aroma de ambos.
Un abrazo
Excelente Poeta! Un abrazo.
Hay cafés más amargos que otros, pero sin duda quién habló del olvido tomaba café. sólo cafe solo.
Cuantas tertulias alrededor de ese café, humeante de sensaciones, de sabores, de olores recorriendo los sentidos y el tiempo, el tiempo siempre es complice de ese café compartido...
Abrazzzusss
Quien no ha visto su destino en el humo del café, y la brisna de aire lo ha desvanecido...
Bello.
Muaks.
En las tazas se enfriaban los minutos
despojados del reloj...
Y ahí...
tantas noches el olvido tiene sabor y aroma.
Elegiste la metáfora perfecta, te felicito con todo mi corazón.
Un abrazo inmenso,
con mi eterna admiración.
SIL
Me quedo con todo, pero hay una frase que me ha traspasado y es:
Se agotaron los sinónimos
que venían a salvarlos.
Fueron salvados por tu entender.
Muy bueno,
Nada olvido si tienes el poder de no olvidar. Un abrazo.